8. Greta

No sé cómo algunas mujeres saben que están excitadas… jamás se lo he preguntado a una amiga, pero me imagino que cada una debe interpretar las señales de su cuerpo de manera diferente, por mi parte puedo decir que todo empieza por un pequeño palpitar, sí, empiezo a sentir el palpitar de mi sangre, generalmente va por las piernas, los muslos, y luego siento un repetido y cada vez más intenso palpitar justo ahí –sí, ahí donde te imaginas-.

Pues bueno, estaba en aquel bar donde se presenta cada viernes y sábado rockstar, y las palpitaciones ya estaban presentes, lo veía e imaginaba y recordaba todas las maravillosas noches y amaneceres que compartimos… la excitación llegaba con la misma ansiedad de pensar y anhelar que al final del toque me iría con él y todas las sensaciones sentidas en ese instante serían recompensadas.

Una chica estaba a mi lado, Greta era amiga de mi amiga, la acababa de conocer, pero desde el principio sentí una conexión especial con ella, era una mujer atractiva desde todo punto de vista, pero lo más interesante era nuestra actitud frente a la noche, coincidíamos en todo, e incluso trató de hacerme cuarto con rockstar. Sin embargo todo fue en vano, rockstar estaba ocupado y le era imposible ir conmigo, así que bueno, todo había sido en vano, la preparación previa, la ropa interior escogida con precaución y los pensamientos…

Fui a dormir a la casa de mi amiga, otras chicas también dormirían allí, y como Greta había sido mi compañera de juerga decidimos que lo mejor era que yo durmiera con ella, y ante nuestra simpatía lo mejor sería una buena charla antes de dormir.

-Lilith, ¿te has dado besos con mujeres?
-no– respondí
-Siempre he querido saber qué se siente
-Yo también

No hubo más palabras, lo que sentí fue un beso apasionado.
A decir verdad, no sentí nada diferente, para mí era lo mismo que besar un chico sin barba, y sólo si me ponía a pensar mucho lograba saber que estaba con Greta. Sus manos era suaves, pero había cierta pasión y fuerza que me hacían sentir de nuevo las palpitaciones que había sentido horas atrás, mientras yo pensaba en todo lo que me estaba haciendo sentir. Recuerdo sus manos bajando por mi pijama, sin pensarlo, dejé que me quitara la camisa y permití que su boca recorriera mis senos, sus manos tocaban justo el lugar deseado, a la velocidad requerida y con la pasión exacta, recuerdo que tuve que tapar mi boca para evitar gemidos.

Su pelo largo rozaba mi vientre y las cosquillas que me producía sólo aceleraba las palpitaciones de mi sangre, en algún momento pensé que tal vez ésta no era su primera vez con una chica, aún hoy tengo la duda, pero sus besos bajaban desde mi vientre hasta mi vagina al ritmo que yo lo deseaba, sin dejar de decir que sus manos jugaban con el resto de mi cuerpo.
Recuerdo casi en detalle cómo me besaba cuando me hacía sexo oral, el roce de su lengua junto al roce del pelo que caía de su espalda despertaba un conjunto de sensaciones que no puedo describir con palabras, no sé en cuánto tiempo logré el orgasmo, pero estoy segura que no fue demasiado. Ahora era mi turno.

Actué con torpeza, con torpeza y timidez, Greta gemía, besé sus senos, su vientre –trataba de imitarla- pero estoy segura que no le hice sentir lo mismo, pensaba en todo lo que las manos y labios masculinos me habían hecho a mi, y trataba de simular, nunca le pregunté qué sintió, pero sé con certeza que ella leerá esto, y sé que esta semana o la próxima me contará con detalle su experiencia – Lo sé porque ella está ansiosa de aparecer en mi blog-

Terminamos como terminan todas las parejas, jadeando una al lado de la otra, nos dimos un tierno beso y dormimos, bueno, ella lo hizo, yo tardé un momento, pues mi mente gritaba ¡Acabas de estar con una mujer!, finalmente dormí, desperté con un pequeño empujón y su voz
- Me voy, despídete
Me hice la dormida, musité cualquier cosa, pero creo que no le di la cara.


Tiempo después la vi en un bar con su novio, al rato nos encontramos en el baño, recuerdo que me pasó la mano por las nalgas, nos dimos un beso apasionado, algunas chicas nos vieron – no me importó- salimos del baño, ella volvió y se dio un beso con su novio, y yo, acepté bailar con un chico cualquiera.